16 ago 2015
A pesar de que el transporte aéreo ha tenido grandes y lamentables percances, se considera el mas seguro por su eficiencia, velocidad y por los millones de personas que mueven en el año.
Sin embargo, no solo se trata del mantenimiento de las aeronaves o la capacitación del personas, en ocasiones se tienen que enfrentar a condiciones climáticas que están fuera de los parámetros acostumbrados, ejemplo de ellos; las tormentas, pistas mojadas, apagones de energía, niebla, y vientos cruzados.
Respecto a este ultimo, un viento cruzado es aquel que tiene un componente perpendicular a la línea o dirección de viaje. En aviación, se considera viento cruzado a aquel componente del viento que sopla perpendicularmente a la pista de aterrizaje dificultando los aterrizajes y despegues en comparación con un viento que siguiera el sentido de la pista.
Si el viento cruzado es lo suficientemente fuerte puede provocar daños estructurales al tren de aterrizaje de las aeronaves que intenten aterrizar por lo que a partir de un límite específico para cada aeronave se prohíbe el intento de aterrizaje, por lo que en caso de fuerte viento cruzado, y con más motivo si es racheado, la aeronave deberá pasar a alternativo. Este límite de viento cruzado se establece en los vuelos de pruebas de cada modelo, si bien por prudencia siempre se especifica un valor menor del soportado realmente por el aparato de pruebas.
Los vientos cruzados ponen a prueba la construcción de las naves y la capacidad de responder de los pilotos, aquí una muestra de lo tenebroso que puede llegar a ser.
