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- NUEVA NORMALIDAD DURANTE PANDEMIA COVID-19
Posted by : Garrido Now
2 feb 2021
Quizá las primeras semanas en que nos enteramos que existía una cepa altamente agresiva y contagiosa se empezaba a propagar desde el continente asiático hacia otros países no nos pasaba por la mente que pudiese llegar a tener el impacto global e histórico que actualmente tiene.
Al momento de la redacción de este articulo la cepa de coronavirus SARS-COV2 conocida más frecuente como COVID-19 se ha convertido el tema prioridad de todos los países alrededor de todo el mundo, su alcance y lamentable descontrol ha hecho que las naciones de todos los niveles caigan en una crisis de salud, económica, política y moral.
La lucha comenzó con la contingencia del problema; debido a ser una enfermedad altamente contagiosa las primeras medidas fueron el aislamiento, cierre de espacios públicos y sana distancia, reformado con una política más agresiva de hábitos de higiene personal y desinfección.
Al principio las noticias fueron sobre algunos cientos de casos por países, en algunas semanas fueron miles y después cientos de miles, las condiciones se volvieron precarias cuando el aumento de contagiados rebasó el control que tenían los sistemas de salud de sus respectivos países, lo que provocó que se elevara la cantidad de defunciones a un nivel alarmante tanto de pacientes como de miembros del equipo médico.
Por si no fuese suficiente se agregó el problema de desabasto de equipo y materiales médicos, sanitizantes, equipo de protección personal y de limpieza, aquí empresas socialmente responsables de manera solidaria han apoyado en priorizar recursos y tiempos de producción para tratar de abastecer una demanda global, desafortunadamente también salen a la luz gran cantidad de oportunistas que aprovechan esta situación crítica para hacer sobreprecio de productos básicos, venta de enseres falsos (piratas) o sin certificación oficial para poder hacer dinero de la necesidad de personas en desesperación.
La lucha por el control de la pandemia no se limitó a tratar la enfermedad ya que aún en este momento es claro que no es un problema que podemos controlar, la única reacción realmente efectiva es la vacuna, este tan preciado tesoro se convirtió en el santo grial de las grandes potencias por lograr lo que tanto hace falta. Pasó de ser una necesidad médica a una competencia política, donde quien tuviese la vacuna primero claramente demostraría estar mejor preparado académicamente o tener los recursos tecnológicos necesarios.
Según la OMS se cuenta con tres vacunas desarrolladas pero en proceso de validación ante el EUL/PQ es una gran noticia, pero lamentablemente no será tan fácil como parece, puesto que la demanda de estas es gigantesca lo que conlleva a problemas enormes de manufactura de los diversos laboratorios, problemas logísticos ya que su transporte y manipulación son altamente delicados y específicos, pero el que considero más crítico; la aplicación en masa en los diversos países, ya que se está priorizando, por obvias razones, a los sectores más vulnerables, pero debido a la escasez, el tiempo para que toda la población obtenga la vacuna es indefinido.
Uno de los problemas más serios y que ha llevado a estos niveles de descontrol en esta pandemia es la conducta humana, no solo en países de bajo o mediano desarrollo sino de todos los niveles, ya que la población es reacia a acatar las normas de salud que sus gobiernos establecen ya sea en modo de protesta o rebeldía, pero ha causado que el manejo sea prácticamente ineficiente. Entre rumores de que la enfermedad no es real, que es una conspiración política, que los termómetros matan neuronas o que la vacuna tiene un chip para controlarnos (si… hay gente que lo cree) y otros tantos argumentos sin fundamentos, se han hecho reuniones, eventos e innumerables faltas a las normas higiénicas y de aislamiento que agravan la situación actual.
En cierto modo es comprensible que el aislamiento ha afectado a demasiados sectores, entre la desesperación por los impactos económicos de los negocios, empleos o créditos personales entre las familias por el encierro de más de un año, y con la incertidumbre de hasta cuándo podremos regresar a una normalidad como la conocemos o conocíamos.
Quizá estamos tan acostumbrados a lo que ahora es nuestra nueva normalidad que olvidamos el hecho de que estamos durante un evento histórico, donde todo el mundo se encuentra en una situación similar luchando contra un enemigo común, a cambiar hábitos tan normales como la convivencia, higiene, educación o economía. Todos estos eventos quedarán plasmados en los libros y documentales futuros como una de las pandemias más grandes jamás existidas.
Ojalá que el control de la pandemia sea pronto para el bien de todos, que esta enfermedad no se convierta en endémica y tengamos que acostumbrarnos a vivir con ella y sus estragos. Por lo pronto lo mejor que podemos hacer es poner de nuestra parte en la medida de lo que esté a nuestro alcance, por el bien personal y de todos los que amamos.
J.C. Garrido