
* Especificidad de acción: algunos
tienen un espectro muy amplio de acción, mientras que otros son específicamente efectivos contra un
determinado tipo de microorganismo;
* Composición del alimento: el pH, la fuerza iónica, la actividad
del agua y la disponibilidad de nutrimentos para los microorganismos;
* Nivel inicial de la contaminación: los productos altamente contaminados no pueden controlarse con la adición normal de conservadores,
* Manejo y distribución del producto terminado: la conservación no sólo debe recaer
en los aditivos, sino que se requiere un manejo adecuado para evitar nuevas contaminaciones.

En la categoría de conservadores destacan los ácidos benzoico, sórbico, acético y propiónico y sus sales, los parabenos, los sulfitos, los nitritos y los nitratos, los antibióticos, el pirocarbonato de etilo y los epóxidos. Excepto estos
últimos, que tienen un efecto bactericida (destruyen las bacterias), todos los demás actúan fundamentalmente como inhibidores (por ejemplo, los bacteriostáticos) del crecimiento microbiano.
Fuentes: Química de los alimentos, Salvador Badui, Pearson educación, México, Cuarta edición 2006.
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